A principios de marzo del 2021 me di cuenta que estaba embarazada, en ese momento todo fue diferente, con miedo y a la vez feliz de que venía alguien a mi vida, empecé a sentir unos síntomas super raros que confundí con el embarazo, me sentía muy mal, vomitaba 24/7, tenía dolores en los huesos, sudaba demasiado, me mareaba, me sentía débil porque no comía nada.
El 14 de abril de 2021, fui al hospital porque sangraba mucho por las encías y me sentía cansada, con mucho dolor en las piernas; me hicieron exámenes de emergencia y espere el resultado, recuerdo que yo estaba cansada de esperar y esperar y nada, y le dije a mi hermana que andaba conmigo que si no me llamaban a la 1:45 pm que me iba para la casa, y justamente a la 1:43p.m. me llamaron que pasara con el acompañante. Mi hermana me acompañó y solo veía como salían doctores, y corrían de un lado a otro, yo igual pensé que era para otra persona, pero cuando me dice la Doctora: no puedo dejarla ir, se va a quedar en el hospital internada y urgente ,la vamos a trasladar a Cartago, usted tiene cáncer en la sangre y está demasiado alterado, no sabemos cómo esta hasta que le hagan exámenes especiales en Cartago, ese día fui diagnosticada con leucemia.
Lo único que puedo decir, es que es horroroso el ruido de un corazón cuando se quiebra, y el mío se hizo trizas, me dijo: su bebé no va a nacer es muy pequeñito le van a aplicar un aborto, y yo solamente pensé en cómo yo le iba a quitar la vida a alguien o como lo condenaba a vivirla.
Lo único que recuerdo fue que en Cartago yo firme un consentimiento que yo iba a recibir la quimioterapia embarazada y haciéndome responsable de lo que podía pasar. Y todo se lo puse en manos de Dios, desde el primer momento.
Mi vida cambió demasiado, recibí la primer quimioterapia, casi me mata, pasaba bastante dolor, vómitos, fue un proceso demasiado difícil y cansado, al estar embarazada era algo muy complicado, sentía llevar dos cosas al mismo tiempo, yo duraba una semana sin comer solo vomitar, las punciones lumbares eran super difíciles por el embarazo, me descomponía, y así fue durante el tiempo cuando me interne para recibir un ciclo de metotrexate que duraba 24 horas, iba a cumplir 6 meses de gestación, me interne un 28 de julio, recibí la quimioterapia todo el 28 y parte del 29.
El día 30 me hinche y empecé a sentir que me faltaba el aire, me colocaron oxígeno, y una sonda porque no podía orinar, el 1 de agosto me dicen que los riñones andaban mal portados, que me iban a hacer hemodiálisis, me colocaron un chaylis en el cuello y me llevaron a hemodiálisis por 4 horas.
El día 2 me dijeron que iba a subir a cuidados intensivos a recibir hemodiálisis, y que bajaba al siguiente día. Cuando llegue ahí me sentía mal, tenia tos y dolor de cuerpo, la hemodiálisis me cansaba mucho y el embarazo me afectaba.
El dia 3 pregunté que si me bajaban, y me dijeron que todavía no, que más tarde, y al rato llego un doctor y me dijo Merelyn usted se va a quedar aquí en cuidados intensivos y se va a pasar al cuarto de aislamiento, ese día yo pase con mucho dolor en la parte baja del vientre, pero yo no dije nada, y eran las 3 de la mañana y a mi me dolía demasiado y yo dije, y llamaron a los ginecólogos y llegaron y dijeron que no que no tenía nada de dilatación, volvieron a llegar a las 5 y 15 de la mañana, porque se me había venido el líquido amniótico, y me dijo que eso era normal que el bebé podía seguir ahí así y que no había dilatado nada.
Pues a las 5:50 yo dije que ya no aguantaba que necesitaba pujar y los de cuidados intensivos corrieron de un lado al otro, y me sacaron de ahí para llevarme a maternidad, entrando ahí ya tuve a mi bebé, el día 4 de febrero, inmediatamente se lo llevaron y lo revivieron, intubaron y lo metieron a la UTI en neonatos, en el hospital de Cartago.
A mi me subieron a cuidados intensivos nuevamente y me puse mal, tenia insuficiencia renal y agua en los pulmones, usaba una cánula de alto flujo.
Ahí fui recuperándome poco a poco con la ayuda de Dios; los médicos, decían que mi bebé se iba a morir que era muy pequeño, peso apenas 700 gramos, y traía toxicidad en los riñones por la quimioterapia.
Nunca recibí una buena noticia, pero yo creía tanto en Dios que yo sabía que todo iba a estar bien.
Conocí a mi bebé, a los 20 días de nacido, yo podía ver solamente un milagro de Dios ahí, tan pequeño e inocente, tan frágil, pero con unas ganas de vivir, que me enseñó que no importa el tamaño, si uno quiere puede..
Salí del hospital y volví a internamiento porque eran 4 internamientos, ese no me lo aplicaron porque me dio fiebre y me puse mal, me dieron salida un 5 de setiembre, yo llegué a mi casa con fiebre y el otro día con gripe, fui al hospital porque me dolía mucho la cabeza y me hicieron la prueba Covid y di positiva. Pase la cuarentena en casa y gracias a Dios de lo mas bien, seguí yendo a los internamientos y el tercero y cuarto me fue super bien.
Luego, me dio dengue y me dio muy fuerte. Estuve varios días en casa porque era mucho dolor de cuerpo y fiebre.
Mi vida cambió demasiado, hoy soy más humana y más empática, siento que todo en esta vida pasa por algo, creo firmemente que Dios hace milagros, y uno de ellos es mi hijo, quien tuvo que estar cinco meses en un hospital, luchando por vivir, y hoy ya está en casa, donde nunca le dieron una posibilidad de vida, pero los tiempos de Dios son perfectos.
Y el cáncer solo es una oportunidad para que seamos diferentes, valientes, que tengamos perseverancia y fe, porque solo Dios es el que puede ayudarnos.
La frase que me impulsa a seguir adelante todos los días y es de lo único que me valgo.
Esta en Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.