Hola mi nombre es Génesis, tengo 24 años, y esta es mi historia de cómo ser mamá y tener cáncer al mismo tiempo.
Testimonio
Hola mi nombre es Génesis, tengo 24 años, y esta es mi historia de cómo ser mamá y tener cáncer al mismo tiempo.
“Cuando tenía casi 3 meses de embarazo recuerdo que tuve un pequeño sangrado, fui al Hospital de Las Mujeres y ahí me confirmaron que tenía amenazas de perder a mi hijo y que tenía que tratar de tener reposo absoluto, desde ese día mi mamá me empezó a ayudar para que yo no tuviera que esforzarme de más y pudiera cuidarme en el embarazo, a las 38 semanas de gestación nació Samuel, gracias a Dios un niño completamente sano y sin complicación de nada.
Cuando Samuel cumplió 9 meses de vida yo me enfermé, recuerdo que empecé con muchos vómitos, fui al Ebais y me dijeron que era un virus, luego mi mamá me llevó a la clínica y me dijeron que era una colitis, me hicieron exámenes y me mandaron para la casa, tres días después volví a la clínica porque seguía con mucho dolor, pero la respuesta seguía siendo que era una colitis o un virus, me fui a la casa pero seguía empeorando ya me costaba respirar y tenía ganas de vomitar pero al intentarlo me desmayaba, mi mamá me llevo a emergencias de la clínica, estando ahí me hicieron una placa y vieron que tenía una obstrucción intestinal, me querían enviar al Hospital San Juan para operarme, pero no había ambulancias y no podía moverme, como era una operación urgente el doctor llegó a la clínica y ahí me operaron.
Al principio era una laparoscopía para hacerme un desbloqueo, pero en el transcurso de la operación descubrieron un tumor en el colon, me lo sacaron, y me hicieron una colostomía, es decir que yo tengo una bolsita pegada en el estómago.
Yo en ese momento no sabía absolutamente nada, estaba muy anestesiada, no sabía de la bolsita en mi estómago ni del tumor, en ese momento el doctor me comentó sobre la situación, y fue algo muy impactante para mí.
Lo más difícil luego de la operación fue que yo decía, ¿qué va hacer Samuel? Si ahorita soy la fuente de alimento para él, me sentía muy impotente. Yo estaba internada en el hospital con los pechos llenos de leche, recuerdo que casi me da mastitis, y siempre me preguntaba ¿cómo estará Samuel? Yo lo llamaba al teléfono de mi mamá y rápido tenía que colgar porque me ponía a llorar, fue muy difícil para los dos adaptarnos a todo esto.
A mi hijo de día lo cuidaba mi mamá para que mi esposo trabajara y en la noche cuando él salía, se lo llevaba a nuestra casa y en la mañana se lo llevaba a mi mamá y así sucesivamente. Tuve mucha ayuda de parte de la familia de mi mamá y claro de mi esposo.
La primera quimioterapia la tuve el 28 de febrero, en esa quimio tuve muchos efectos secundarios tuve vómito, diarrea, dolor de cuerpo, casi que todos los efectos. Ya voy por la 8va quimio. Gracias a Dios los efectos han ido disminuyendo. Pero lo más difícil ha sido estar ahí acostada y no poder hacer nada por mi hijo, que tal lo quiero alzar, chinear o dar de comer pero simplemente no tengo fuerzas para hacer nada.
En las últimas cinco quimios, justo el día que recibo tratamiento, Samuel se empieza a sentir mal y se enferma, le están haciendo exámenes ya que al parecer es asmático, pero para mí esto va más allá creo que tenemos un vínculo tan grande que él sabe y siente los momentos en los que yo no me siento bien y en esos momento se queda conmigo acompañándome.
Le he dicho mucho a Dios que ¿Por qué?, ¿Por qué todo tiene que pasar en este momento? En esos momentos de frustración digo que tengo que salir adelante, que no puedo abandonar la quimio, porque yo quiero ver a Samu crecer, yo quiero llevarlo a la escuela, verlo graduarse, verlo en el colegio y quiero verlo llegar a ser profesional.
Qué le diría yo a una madre que está pasando por esto, que es muy difícil, pero que en algún momento el sol siempre sale, no siempre llueve, a los días de la quimio los efectos pasan, nada te duele, etc.
Luchen, traten de disfrutar a sus hijos lo más que puedan, disfruten cada momento y cada etapa de ellos porque todas son hermosas.
Luchen no se cansen de luchar por los hijos, para mi es lo que me motiva cada día es mi fuerza para seguir adelante, aunque es difícil, uno los ve a los y agarra fuerzas de donde no las tiene.
El ejemplo que siempre he dado es que vea a un niño cuando aprenden a caminar, ellos se caen y aun así se vuelven a levantar. Nos podemos caer, si, todas las veces que sean necesarias, pero hay que levantarse siempre y luchar por lo que más uno ama que son nuestros hijos.
Genesis Moraga Chávez
2 Comments
Un comentarista de WordPress
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adminpd
Hermosa historia de superación.
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